Se acerca la navidad y los regalos empiezan a llegar a nuestras vidas; a veces se nos terminan las ideas de qué regalar y muchos consideran obsequiar animales. ¡Gran error! En este artículo te vamos a decir las razones por las que nunca deberás regalar un perro a tu pareja -o a alguien más- aún a sabiendas de que los aman.

Y es que un perro -o un gato, o una tortuga o cualquier animal- no es un objeto, es una vida y una responsabilidad que implica su cuidado. ¡No debemos tomar esas vidas a la ligera!

ADOPTAR UN ANIMAL ES UNA LIBRE ELECCIÓN

La adopción de un perro es un paso importante. No se puede hacer a la ligera.Tenemos que tener la motivación correcta y estar listo psicológica y materialmente. Nadie puede sustituir  nuestra libre elección de adoptar o comprar un perro. No se puede subestimar el hecho de que el perro no es un juguete y que la adopción de un perro es una cosa muy seria no porque ames mucho a tu pareja y quieran tener un “hijo peludo” deberás hacer este tipo de actos. ¿Qué pasará el día que terminen? Hemos conocido casos en los que el perro es abandonado porque odian todo lo que tiene que ver con su ex pareja o casos de animales con mucha energía como el perro bulldog ingles que terminan por destruir la paciencia de un dueño que no lo deseaba condenándolo a una muerte segura en una perrera.

La elección de un perro debe ser casi como la de un niño y tomar en cuenta las condiciones adecuadas que debe tener éste animal: casa, amor, comida, atención médica, etc. Pero no, muchas veces… viene el amigo, el novio o la novia, madre, hijo y anuncia con una sonrisa de 32 dientes “¡FELIZ CUMPLEAÑOS! Aquí hay un gran regalo… un cachorro !! ” No, eso NO ES UN REGALO. Detrás de esta frase se esconde una visión del perro como un objeto, juguete, y no…un perro es una vida.

SI NO TE GUSTA, NO LO PUEDES CAMBIAR

Si le das un perro a las personas equivocadas (aunque sea tu pareja), estarás condenando a una vida de sufrimiento tanto al perro como al dueño (recuerda que es un animal que mínimo vivirá 12 años) Cuando nos dan un objeto como regalo, a veces tenemos la oportunidad de cambiarlo (si no nos queda o no nos gusta) de volverlo a regalar en algún intercambio o simplemente dejarlo en el cajón del olvido.

Eso no pasa con un perro. Él se convierte en un nuevo miembro de la familia, su llegada debe ser el resultado de una decisión consciente y meditada. No puede ser impuesta a nadie. Dar un perro, un cachorro a alguien, incluso alguien que quería un perro, no es una “agradable sorpresa” es una violación inaceptable de su derecho a elegir. La adopción de un perro es un asunto serio y no debe ser impuesta.

Por favor comparte este artículo para que en éstas épocas de regalos y fraternidad, tomemos consciencia de que los animales NO SON OBJETOS.