La Iglesia Católica existe desde el siglo I dC y tiene una presencia que se siente en todo el mundo, con más de 1.270 millones de seguidores. Sin embargo, también tiene algunos secretos que preferimos no discutir en detalle. Aunque se dice que ella estuvo involucrada en una gran cantidad de crímenes terribles, ella también es una fuerza positiva en todo el mundo. Por ejemplo, la Iglesia Católica es el mayor proveedor no gubernamental de educación y servicios médicos del planeta y, al igual que sucede con la mayoría de las cosas en la vida, esta institución religiosa es una mezcla compleja de buenas y malas presencias.
La mayor cuestión es el pueblo, pues hay personas religiosas llevadas a hacer buenas acciones y servir a su comunidad, mientras que otras, simplemente, atienden a sus propias necesidades. Cuando el codicioso entra en una posición de poder suceden estos secretos:
1. El Oro Nazi en el Banco del Vaticano
El Instituto para las Obras de Religión o el Banco del Vaticano fueron fundados por el decreto papal en junio de 1942. Tres años después, según un informe de un agente del Tesoro de Estados Unidos, el banco recibió aproximadamente 2 millones de francos que fueron contrabandeados de Alemania por medio de un régimen títere. Recibir el oro nazi (sabemos de dónde vino y cuántas personas murieron por eso) es una cosa, pero el informe afirma que el Banco del Vaticano fue aún más lejos. Se cree que el dinero fue canalizado lentamente hacia el banco, a España y América del Sur, donde fue utilizado para ayudar a funcionarios y oficiales nazis a escapar del castigo por sus crímenes contra la humanidad.
2. Retención de niños judíos después de la Segunda Guerra Mundial
A pesar de permanecer en silencio durante el Holocausto, la Iglesia Católica intentó ayudar al pueblo judío a su manera. Ella ayudó a salvar a miles de judíos de una muerte segura, proporcionándoles certificados de nacimiento falsificados y documentos identificándolos como católicos; pero el problema ocurrió cuando la guerra terminó. La Iglesia Católica emitió un decreto que prohibía a los niños de ser devueltos a sus familias. Por desgracia, algunos niños más jóvenes crecieron sin conocer su verdadera familia o herencia y el número exacto de niños que fueron devueltos después de la guerra aún no está claro.
3. Ayudando a los nazis a escapar
Se estima que, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, unos 9.000 nazis lograron escapar a América del Sur. Muchas personas creen que la Iglesia Católica ayudó a un gran número de esos criminales de guerra a llegar allí y a escapar del castigo por sus crímenes. Había numerosos casos de altos oficiales nazis que recibieron pasaportes falsos del Vaticano para viajar disfrazados de sacerdotes. Un caso famoso es el de Franz Stangl. Él fue contrabandeado de Alemania y enviado a Brasil por un obispo llamado Hudal.
4. Los muchachos del coro
Un castrato es una voz masculina de canto clásico similar al de una soprano. Pero sucede que esa voz angelical tiene un precio alto: es producida castrando al niño antes de que ella alcanza su pubertad, pues eso evita que la voz del niño “rompa” para mantener una amplia banda vocal. En 1589, el Papa Sixtus V reorganizó el coro de San Pedro, Roma. Él prohibió a las mujeres cantar y colocó el castrato en la parte superior del coro. Durante el siglo XVIII, las voces se volvieron muy populares y los sacerdotes ofrecieron dinero a los padres de niños pobres para castrarlos y entrenarlos como chicos de coro. La mayoría acordó, aunque el procedimiento tenía una tasa de mortalidad del 80%, en aquella época.