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5 Motivos por los que NO debes TOMAR AGUA HELADA… ¡Mucho cuidado!

31 octubre, 2017

Principalmente en el verano, hay un hábito muy común de las personas que consiste en ir a la nevera para tomar una botella de agua helada y beber para refrescarnos. Es normal. Cuando hace mucho calor, beber agua helada es la manera más eficaz de refrescar nuestro cuerpo.

Sin embargo, ¿sabías que este hábito, podría ser perjudicial? Además, ¿cuanto más fría el agua, peor son las consecuencias? Mira éstas razones por las que no debes tomar agua helada.

1. Perjudica a la digestión

Los expertos afirman que el agua helada, contrae nuestros vasos sanguíneos, restringiendo así la digestión. También obstaculiza el proceso natural de absorción de nutrientes durante la digestión.  La temperatura normal del cuerpo es de 37ºC y cuando tomas algo muy helado, tu cuerpo compensa gastando energía para regular la temperatura. Esta energía que se utilizó para equilibrar la temperatura debería haber sido utilizada en el proceso de digestión y absorción de nutrientes.

2. Dolor de garganta

Otra razón muy obvia, es que aumenta la probabilidad de tener dolor de garganta y nariz tapada. En otras palabras, beber agua muy helada, especialmente después de comer, resulta en una acumulación excesiva de moco (en la mucosa respiratoria) y, por lo tanto, acaba formando una capa protectora en las vías aéreas.

3. Solidifica la grasa

Los expertos también afirmaron que si una persona bebe mucha agua helada después de comer, la temperatura empieza a solidificar las grasas de los alimentos que acaban de ser ingeridos, lo que hace difícil para el organismo descomponer las grasas menos deseadas.

4. Disminuye la frecuencia cardíaca

Algunos estudios también han demostrado que el agua helada puede desempeñar un papel fundamental en la disminución del ritmo cardíaco.

5. No es recomendable después de entrenar

También no es aconsejable ingerir agua helada después de hacer ejercicio. Los expertos de fitness sugieren que es mejor tomar un vaso de agua natural luego de entrenar, pues cuando acabamos de ejercitar, nuestro cuerpo genera mucho calor y la diferencia de temperatura podría generar un gran daño al tracto digestivo.